Comer frutas es beneficioso. No cabe duda. Son una fuente natural de vitaminas, minerales y antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a mantener la piel radiante. Además, su contenido en fibra regula el tránsito intestinal, mantiene a raya el colesterol y contribuye a evitar la obesidad. Sin embargo, es probable que no tengas claro si debes incorporar la fruta antes o después de comer.
El dilema de la fruta, ¿aperitivo o postre?
La fruta aporta las mismas calorías, vitaminas, minerales, antioxidantes e hidratos de carbono en cualquier momento del día, por lo que puedes ingerirla antes o después de comer sin que ello afecte su valor nutritivo. Todo depende de tus preferencias y objetivos.
Por ejemplo, si estás intentando perder peso con una dieta hipocalórica, lo ideal es incorporar las frutas antes de sentarte a la mesa. Como suelen ser ricas en fibra y agua, retrasan ligeramente el vaciado gástrico y generan una sensación de saciedad, lo que evitará que consumas demasiadas calorías cuando te sientes a comer.
No obstante, también son una buena opción después de la comida, sobre todo para evitar postres más calóricos, ricos en azúcares añadidos o industriales. Ya sea en una macedonia, brochetas, tipo carpaccio o simplemente una pieza natural, la fruta te dejará con buen sabor de boca y satisfará el antojo de dulce para evitar los excesos calóricos o sentirse pesados.
La fruta es tan saludable que también puedes recurrir a ella entre comidas o incluirla en el desayuno. Sus azúcares naturales te aportan la energía necesaria para empezar el día con buen pie o proseguir la jornada sin tener que recurrir a snacks más calóricos o dañinos. Por tanto, puedes usarla para mitigar los ataques de hambre y llegar más saciado a la próxima comida. No es casual que diferentes estudios hayan demostrado que aumentar el consumo de frutas facilita la pérdida de peso.
¿Es conveniente comer fruta antes de dormir?
La Academia Española de Nutrición y Dietética confirma que podemos comer fruta en cualquier momento del día. Incorporarla por la noche no te hará engordar porque en realidad aporta pocas calorías, lo que más cuenta es todo lo demás que incluyas en tu plato.
No obstante, también advierte que no es recomendable tomar solo fruta a la hora de cenar. En primer lugar, porque rompe los hábitos alimentarios de la dieta mediterránea y, en segundo lugar, porque aunque sea muy saludable, no aporta todos los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar adecuadamente. Además, el efecto saciante de la fruta no dura tanto, por lo que podrías despertarte a mitad de la noche con hambre, lo que dificultará el sueño y afectará tu descanso nocturno.
¿Cuánta fruta debes comer?
Como regla general, cuanta más fruta comas, mejor, siempre que no sufras alguna patología específica y las integres en una dieta variada, equilibrada y saludable. Durante mucho tiempo, el número mágico ha sido 5 piezas de fruta y verduras al día, pero un estudio realizado en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología reveló que deberíamos comer 8 piezas de fruta al día, incluyendo las verduras.
Estos investigadores comprobaron que el riesgo de muerte prematura se reduce un tercio en las personas que comen aproximadamente 800 gramos de fruta y verdura cada día mientras que la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares disminuye una cuarta parte.
Por tanto, ya sea como aperitivo, snack o el broche final de una comida, tan solo asegúrate de incluir las frutas en tu dieta. Su versatilidad y los enormes beneficios que aportan a la salud las convierten en una elección inteligente a cualquier hora del día. Así que, la próxima vez que tengas a mano una manzana o un plátano, no te rompas la cabeza buscando el momento perfecto para comerla. Lo importante es que sea fresca y que varíes para sacarle más partido a sus nutrientes.