Beneficios de correr en cinta en el gimnasio o en casa
La cinta de correr es un elemento prácticamente indispensable en tu rutina para mantenerte en forma. Te permite hacer ejercicio cuando fuera hay mal tiempo y, al tratarse de una actividad aeróbica, fortalece tu sistema cardiovascular. Andar en la cinta adelgaza, te ayuda a quemar incluso la grasa más rebelde, y mejora tu estado de ánimo. ¡Todo son ventajas!
Cinco grandes beneficios de andar en cinta para tu salud física y mental
Con las cintas de correr puedes regular la intensidad del entrenamiento en todo momento, por lo que siempre tendrás el control y podrás monitorizar mejor tus avances y parámetros vitales. Al modificar la velocidad, intensidad y nivel de inclinación, el ejercicio se adaptará a tu forma física, edad y objetivos para que puedas ponerte en forma de manera segura.
- Protege tu salud cardiovascular. El corazón es un músculo que se fortalece con el ejercicio regular, en especial con la actividad aeróbica de intensidad moderada y alta ya que el esfuerzo que supone aumenta su capacidad para bombear la sangre. También refuerza los vasos sanguíneos, reduce la presión arterial y baja el colesterol, por lo que andar en la cinta disminuirá tu riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, según la Sociedad Europea de Cardiología.
- Quema más calorías. Si quieres perder peso, la cinta de correr se convertirá en tu mejor aliada. Un estudio realizado en el Colegio Médico de Wisconsin confirmó que de todas las máquinas cardio, la cinta es la que permite quemar más calorías: hasta un 40% más que la bicicleta estática. Por tanto, andar en la cinta adelgaza y te ayudará a eliminar incluso la grasa más resistente. Solo tienes que ser perseverante y dedicarle entre 15 y 30 minutos varias veces a la semana.
- Fortalece los músculos y huesos. La cinta de correr es ideal para reforzar los músculos de las piernas, en especial los cuádriceps, gemelos e isquiotibiales. También trabaja los glúteos e incluso los músculos de la espalda, siempre que mantengas una postura correcta. Sin embargo, los beneficios de andar en cinta no se limitan a los músculos, sino que se extienden a los huesos. La tensión que se genera con cada paso y los pequeños impactos que sufres mientras te mueves activan los osteoblastos, que sintetizan la matriz del hueso y contribuyen a reparar los micro daños y mejorar la densidad ósea, por lo que a la larga este ejercicio previene la osteoporosis.
- Estimula tu mente. El entrenamiento cardio mejora el flujo sanguíneo al cerebro, permitiendo que lleguen más nutrientes y oxígeno, por lo que también es excelente para mantener tu mente en plena forma. Subirte a una cinta de correr favorecerá las conexiones entre las redes cerebrales y hará que trabajen más sincronizadas, además de incentivar el crecimiento de nuevas neuronas. Como resultado, tu cerebro podrá adaptarse mejor a los cambios, tu memoria mejorará y podrás pensar con mayor claridad. A la larga, estarás protegiéndote de las enfermedades neurodegenerativas.
- Mejora el estado de ánimo. Andar en la cinta también es beneficioso para tu salud mental. Cuando caminas a paso rápido se liberan endorfinas, unos neurotransmisores que generan un estado de relajación y bienestar mientras te llenan de energía y motivación. Una investigación publicada en Scientific Reports reveló que ni siquiera tienes que estar una hora sudando encima de la cinta: apenas 10 minutos de carrera corta e intensa son suficientes para que te sientas mejor, liberes el estrés cotidiano y potencies la concentración.
Por último, debes saber que andar en la cinta es un ejercicio de menos impacto que correr al aire libre. Su superficie más suave ofrece cierta amortiguación, por lo que su acción sobre las articulaciones disminuye, lo que contribuye a prevenir lesiones. También te permitirá entrenar cuando llueva, nieve o haga demasiado frío fuera, ayudándote a evitar la contaminación ambiental, algo que puede acabar afectando tu salud. ¿A qué esperas? Cálzate las zapatillas y súbete a la cinta de correr. ¡Tu salud te lo agradecerá!
Foto de Ryan De Hamer